Según el Diccionario de la Real Academia Española, un emprendedor es quien “emprende con decisión acciones dificultosas o azarosas”. Emprender es dar valor a una idea, y para emprender hay que aprender, pero también es una aventura en la que no puede faltar la capacidad de soñar, arriesgarse, motivarse… todo ello con determinación y convencimiento.
Recalcamos esto último porque emprender es una actitud: aunque para muchas personas la palabra ‘emprendimiento’ tiene el foco puesto en la creación de una nueva empresa, ‘emprender’ es, en definitiva, una actitud de cambio y de voluntad de transformación del entorno: no implica necesariamente constituir una nueva empresa, sino que puede ser, por ejemplo, la generación de un nuevo proceso productivo o un nuevo modelo de negocio dentro de una organización ya existente.

Características de un buen emprendedor
Un emprendedor se caracteriza por su actitud decidida, tiende a la asunción de riesgos y busca la viabilidad de su proyecto a través de la innovación y de la creatividad. Aunque muchas actitudes son innatas en algunas personas, las aptitudes se pueden adquirir con una formación apropiada.
Quien decide emprender debe ‘vestirse’, ante todo, de valores como el compromiso, la perseverancia y el esfuerzo. Debe estar dispuesto a trabajar y creer en el propio proyecto, sobre todo en las fases iniciales, ya que será, probablemente, cuando más falta le haga. Pero, además, se caracterizará por lo que recogemos en este decálogo del buen emprendedor:
- Conócete a ti mismo, ten iniciativa y sé perseverante. El emprendedor nace, pero también se hace a base de formación técnica y experiencia. Es fundamental tener una base de gestión empresarial, actualizarse constantemente y, si es necesario, reinventarse.
- Genera el cambio y adáptate. Tu visión innovadora te hará ir más allá del presente, buscar nuevas formas de hacer y nuevos nichos de mercado para satisfacer necesidades, pero también para crearlas. Buscarás diferenciarte aportando siempre un valor añadido.
- Conoce tu sector. Para poder diferenciarte y mejorar tu negocio (y tu producto o servicio) tendrás que conocer lo que se cuece. Válete de tu experiencia, pero también de técnicas como el benchmark para delimitar la competencia.
- Ten una buena red de contactos. Trabajes como autónomo o por cuenta ajena, es fundamental tejer redes de colaboración, tanto para encontrar personas que te ayuden como para mostrar tu producto o servicio. Recuerda que la suma de talentos siempre es rentable. Y, si eres líder, lidera con tu ejemplo, contagia tu pasión y ¡delega!
- Sé entusiasta y paciente. No se consigue ser emprendedor a la primera, ni se deja de serlo al primer traspiés. El entusiasmo, en todo momento, debe ser tu motor. El éxito radicará en él.
- Sé observador y aprovecha las oportunidades. Debes estar al tanto de lo que ocurre en tu barrio y en el mundo (el negocio digital no conoce fronteras), y aprovechar las estructuras de apoyo y ayudas existentes a emprendedores (de las administraciones, cámaras de comercio, universidades…).
- Tolera el fracaso y gestiona la incertidumbre. El fracaso y la incertidumbre deben entenderse como parte de un proceso de aprendizaje. Aun así, recuerda que toda idea debe pasar el filtro de la aceptabilidad (hay demanda potencial), factibilidad (tenemos recursos y capacidades para ponerla en marcha) y vulnerabilidad (podemos asumir las consecuencias de un fracaso).
- Presta especial atención al cliente. Porque ya lo dijo Bill Gates: “tus clientes más insatisfechos son tu principal fuente de aprendizaje”. Debes situarte siempre del lado del cliente, con empatía y buen trato.
- Ten ánimo de lucro, pero con valores. El dinero, obviamente, es importante y es lo que diferencia un proyecto de un negocio, pero el fin de tu negocio debería ir más allá: al emprender puedes impactar en la sociedad de muchas maneras. ¡No olvides la RSC! La ética y honestidad deberían ser los valores referentes de tu empresa.10.
- Apasiónate. Emprender requiere esfuerzo, pero también mucha pasión. Como en el amor, una aventura emprendedora sin pasión difícilmente te llevará a alguna parte.

¿Qué es emprendimiento digital?
Emprender digitalmente implica hacerlo en internet. Ya no necesitas espacios físicos para desarrollar tu actividad, solo una buena banda ancha y software. Contarás, en definitiva, con un modelo de negocio enmarcado en plataformas digitales, lo que te permitirá grandes ventajas:
- Podrás ampliar tu mercado (global, sin límites).
- Conocer mejor a tus clientes (también a los potenciales).
- Detectar nuevas oportunidades y nichos de negocio.
Diferencias entre un emprendedor online y uno tradicional
Las diferencias entre el emprendedor online como el tradicional, en principio, no son tantas. Ambos tendrán que pasar por fases y procesos similares como, por ejemplo, a la hora de definir su modelo de negocio o conseguir financiación.
1. Como emprendedor digital, ya no pensarás en un modelo de negocio tradicional: te orientarás a lo global y las herramientas digitales te permitirán conocer las necesidades, hábitos y comportamientos de tus clientes/usuarios.
2. En detrimento del emprendimiento tradicional, el digital te permite maximizar las oportunidades de captación de clientes (además, los conocerás mejor) y minimizarás riesgos. Esto también se nota en la inversión inicial que hagas, ya que, por lo general, es menor y su retorno se recupera en un plazo más corto. Además, puedes encontrar vías interesantes para la financiación: business angel, aceleradoras, crowdfunding, venture capital, etc.
3. El emprendedor digital debe decidir cuál será su modelo de generación de ingresos en el caso que no haya constituido una ecommerce. Si se trata de webs no transaccionales contemplaremos la posibilidad de conseguir ingresos a través de modelos de suscripción, publicidad en la propia web, programas de afiliación o por pago por visión o descarga, entre otros.
Recuerda que, aunque cambie la manera de captar usuarios, de relacionarnos con nuestros clientes o de implementar ideas de negocio, lo que mueve al emprendedor, tanto tradicional como online es una esencia común: su capacidad para detectar oportunidades, entender el mercado y ejecutar su plan de manera eficiente y rápida.

¿Qué tienes que tener en cuenta para emprender un negocio?
Como ocurre en el emprendimiento tradicional, hay una serie de elementos que son clave para poner en marcha y desarrollar tu negocio. Pero hacer esto con un negocio digital tiene sus particularidades: te moverás en un entorno global y con unas herramientas específicas que deberás conocer y a las que echar mano para llevar tu producto o servicio a tus clientes.
1. Business plan
Como te decíamos, deberás creer en tu proyecto, pero no vale hacerlo sobre una fe ciega. Tendrás que tener unas bases sólidas que vendrán definidas en tu business plan (qué es y cómo hacer un plan de empresa o plan de negocio), tanto como autónomo como si trabajas por cuenta ajena.
El business plan será como una hoja de ruta: el manual en que tendrás que definir la misión de tu empresa, sus debilidades y fortalezas, qué estrategia seguirás, quién es tu cliente ideal o qué tipo de financiación necesitas. Este plan será útil para tu equipo, pero también para posibles socios o inversores.
2. Programación web, apps y CMS
Para poner en marcha un negocio digital no es preciso que sepas programar, pero tener nociones de código te permitirá tomar las riendas. Rodearte de profesionales que sepan cómo trasladar tu idea a lo digital y cómo mantenerla con vida es clave, pero, además, te conviene tener conocimientos básicos de programación web, de desarrollo de aplicaciones y acerca de gestores de contenido (CMS). Esto te permitirá partir de la experiencia de usuario para luego ser capaz de desarrollar ideas o aportar soluciones tecnológicamente.
3. Control y productividad
Un equipo satisfecho siempre será, por lo general, más productivo. El ambiente de trabajo y la sintonía de los miembros del equipo es fundamental para el éxito de cualquier negocio o proyecto. ¿Cómo se consigue? Implementar estrategias de endomarketing será clave para fomentar ese buen rollo.
Además, la optimización en las tareas os orientará hacia la productividad, por lo que es conveniente adjudicar a cada miembro las tareas que mejor realiza o en las que está especializado (en esto te puede ayudar un Gestor Digital del Talento).
Para velar por esa buena marcha y productividad, conviene incorporar mecanismos de control y revisión que nos alerten de cuando se produzcan desviaciones en nuestro plan, tanto en el de negocio como en el de marketing. Usar sistemas de gestión (Slack, Asana, Trello…) para tenerlo todo bajo control, siempre será una inversión y no un gasto en aras de aumentar nuestra productividad y eficiencia.
4. Captación de tráfico
Como emprendedor digital, la analítica web probablemente se convierta en tu mejor amiga. ¿Por qué? Porque una de las grandes ventajas de emprender en internet es la posibilidad de medir el impacto de nuestras acciones; en definitiva, medir el tráfico y comprobar los resultados que han tenido las acciones offline y online de nuestra web. Medir nos permitirá saber qué acciones implementar o mejorar para producir los mejores resultados.
4.1. PPC
PPC o, lo que es lo mismo, pago por clic (en inglés, pay per click) es una de las formas de publicitarse en internet más utilizadas y con mejores resultados. Tendrás que optimizar tu web para que tus visitantes realicen la acción concreta que buscas (ventas, suscripciones…). En definitiva, tendrás que definir una estrategia CRO que te permita llevar a lo más alto posible la ratio de conversiones en tu web o en tus aplicaciones.
4.2. Orgánico
Cuando hablamos de tráfico orgánico en una web o blog hablamos de aquellas visitas que provienen de la página de resultados de un buscador (Google, Bing…). Se entiende que las visitas que llegan a través del buscador son de más calidad ya que el usuario mostró interés concreto por nuestro producto o servicio: ha llegado de manera natural, aunque mejorar este tráfico esté en nuestra mano, ya que implementar técnicas y estrategias SEO será la clave para lograrlo.
4.3. Newsletter
Una newsletter o boletín es una publicación digital informativa que se distribuye a través del correo electrónico con cierta periodicidad (diaria, semanal, quincenal, mensual…). Gracias a ella, tus suscriptores estarán informados de las últimas noticias y promociones relativas a tu negocio o marca. Tiene un gran potencial de conversión y fidelización y es una herramienta perfecta para generar tráfico web. Además, la posibilidad que nos ofrecen de segmentar y personalizar los contenidos fidelizará a antiguos clientes y atraerá a nuevos.
4.4. RRSS
La publicidad en redes sociales (Instagram, Twitter, LinkedIn…) es fundamental para llegar a algunos públicos, principalmente en Facebook, ya que es la red social con mayor número de usuarios activos en el mundo. Por ello, cada vez más emprendedores y empresas apuestan por Facebook Ads. Haciendo una inversión relativamente pequeña y observando qué redes usa tu target, podrás llegar a él de forma rápida y efectiva (además, podrás hacerlo de manera personalizada). Gracias a los anuncios en RRSS, medir, segmentar y viralizar será súper fácil.
4.5. Marketing de afiliación
El marketing de afiliación se basa en la obtención de resultados y las comisiones: el anunciante no paga por impresiones o clics, sino por aquella publicidad que consiga resultados. La relación entre afiliado y anunciante se basa en el win-win, ambos salen beneficiados. Es una fórmula exitosa porque te permite controlar completamente la rentabilidad de tus acciones de marketing como anunciante. Para llevarlo a cabo, se trabajará de forma directa (como por ejemplo, Amazon) o se utilizará una red de afiliación.
5. Medios de pago
Para facturar de manera online contamos con diversas modalidades de pago: PayPal, pagos a través de móvil, monedas virtuales, tarjetas bancarias… Sea cual sea, nos conviene utilizar una pasarela de pago para garantizar la seguridad de las transacciones y, al mismo tiempo, agilizar y facilitar la experiencia de los usuarios: permitiremos que nuestro cliente pague de forma segura facilitándole al máximo posible el proceso. En definitiva, hay que facilitarle el camino para que llegue a efectuar su compra y que lo haga de la manera más satisfactoria posible.
6. Seguridad
Que tu negocio no cuente con un espacio físico no implica que esté exento de correr ciertos riesgos, ya que la ciberdelincuencia está a la orden del día. Por ello, tienes que estar al día de los tipos de ciberataques existentes (phishing, ransomware, ataque DDoS…) y de cuáles son las mejores maneras de salvaguardar tu seguridad y la de tus clientes. Da igual que seas pyme o gran empresa, tendrás que tomar algunas medidas: protege tus equipos con antivirus y firewalls, utiliza autentificación multifactor, instruye en ciberseguridad a tus empleados, etc.
7. Marketing tradicional
Hoy en día contamos con nuevas tendencias de publicidad que hace quince años no existían. Y, aunque el marketing tradicional es menos efectivo cada día, aún es fundamental apostar por él porque nos ayuda a construir marca, ganar notoriedad frente a la competencia… y llegar a algún target que no captaríamos a través del marketing online. Los medios convencionales y otros elementos (como vallas publicitarias) aún son un lugar donde hacer comunicación efectiva a través de la estrategia y la creatividad.
8. Aceleradoras
Las aceleradoras (¡ojo!, no confundir con incubadoras) nos ayudan a asentar y desarrollar startups que ya están en el mercado, que ya se han validado y que están listas para escalar a otros mercados. Lo más habitual en esta fase es la búsqueda de la internacionalización. Entre ellas, encontraremos las aceleradoras early-stage y las aceleradoras high-growth. En estas últimas las acciones van encaminadas a la expansión de la empresa y a aumentar tanto beneficios como clientes.