Cómo Manejar La Mente Inquieta Durante La Meditación

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Dijo Buda: “La verdad en si misma solo puede ser alcanzada dentro de uno mediante la más profunda meditación y conciencia“.  Meditar alimenta el alma, permite que el cuerpo actúe, la mente se calme y el espíritu se expanda. Pero, ¿cómo podemos realmente aquietar la mente? Compartimos una serie de técnicas para que la meditación sea más efectiva y más profunda.
“Tengo demasiados pensamientos”, “¡Me es imposible poner la mente en blanco!”, “¿Habré meditado alguna vez?”, “¿Ya pasaron los diez minutos?”, “¿Lo estaré haciendo bien?”, “No hay caso, no puedo meditar.”. ¿Compartís alguna de estas frases?

Bueno, tranquilo, que no estás solo. Éstas son las quejas más comunes que la gente hace acerca de su práctica de la meditación. A medida que comenzamos a meditar, todos tuvimos estas preocupaciones, e incluso después de muchos años, todavía surgen de vez en cuando. Pero por favor no te des por vencido. Éstos son sólo los primeros pasos de una increíble experiencia de aprendizaje, de paz y de armonía.

La Inquietud y La Impaciencia

El primer paso para manejar la inquietud y la impaciencia es entender nuestros sentimientos. Hay tres tipos básicos de experiencias que se pueden sentir durante la meditación:

  1. Quedarse dormido
  2. Tener pensamientos y sentirse inquieto
  3. Caer en el campo del silencio y de infinitas posibilidades que se encuentra en los espacios entre los pensamientos.

Todas estas experiencias son correctas, aunque preferiríamos que nuestra mente pudiera mantenerse en silencio.

Purificando El Cuerpo y La Mente

La meditación es un proceso de purificación. La mente y el cuerpo alcanzan niveles profundos de descanso, que permiten liberar la fatiga y las toxinas tanto físicas como mentales. Esta liberación de toxinas y cansancio incrementa la actividad de la mente y el cuerpo, haciendo que ésta tenga pensamientos y que el cuerpo se sienta inquieto.

Pelando La Cebolla

Tu esencia, lo que realmente eres, ha sido cubierta por una capa ilusión tras otra que la vida ha ido creando. La meditación es un proceso de pelar estas capas para revelar la magnificencia que se encuentra dentro. Así que, aunque te sientas incómodo al principio, es sólo el indicio de que algo bueno está sucediendo en tu interior. Como dijo la Madre Teresa, “La inquietud es sólo el nivel de la superficie de una hermosa fuente de energía dentro.”

Los pensamientos se suceden no sólo en el nivel superficial de la mente, sino también en aquellos niveles más sutiles y profundos de nuestro ser. El hecho de que estés teniendo pensamientos no significa que no puedas estar tranquilo, en estado de calma y relajación. Es importante que te des cuenta que cuando estés teniendo muchos pensamientos, puedas volver al objeto de tu meditación que puede ser un mantra o tu respiración. Ésta es la meditación correcta. Aferrarnos a los pensamientos es una pérdida de tiempo y una interrupción del flujo meditativo y de relajación. Si se suceden pensamientos, es mejor sólo observarlos y dejarlos ir. Como si, de forma natural y relajada, estuvieras cambiando canales en el televisor.

La Meditación Es El Reflejo De Tu Vida

Tu experiencia en la meditación puede ser un reflejo de tu vida. Si estás demasiado cansado o no descansás lo suficiente por la noche (recordá que “dormir” y “descansar” son cosas diferentes), es posible que te quedes dormido durante la meditación. Si tu vida es muy ocupada y caótica, tus meditaciones pueden ser inquietas y preocupadas. La meditación ayuda a crear una vida más feliz y armoniosa. Sin embargo, ser consciente de tomar medidas para equilibrar tu estilo de vida también ayudará a mejorar tu experiencia en la meditación.

¿Te acordás la fábula de la tortuga y la liebre? La mayoría de nosotros vivimos nuestras vidas como una liebre, corriendo en todas direcciones, realizando varias tareas al mismo tiempo, y  terminamos perdiéndonos en el torbellino de nuestra propia confusión, mientras que fue la constancia simple y tranquila de la tortuga la que ganó la carrera. A pesar de que sientas que estás “perdiendo el tiempo”, tenés toda la eternidad por delante. No te apures. Relajate y disfrutá.

8 Consejos Para Manejar La Mente Inquieta

1. No pierdas el tiempo analizando tus meditaciones

Como se mencionó antes, la meditación es un proceso de purificación. Los pensamientos, sentimientos y emociones que puedas tener durante tu meditación son la basura que debe ser sacada. Por lo tanto, a menos que te guste mirar toda la basura antes de tirarla, no pierdas el tiempo analizando tus experiencias de meditación. Si estás teniendo pensamientos mundanos acerca de tus actividades diarias, pensando en la facturas que hay que pagar, o escuchando el canto de los pájaros, no importa. El propósito de la meditación es enriquecer tu vida. Las experiencias durante la meditación serán lo que serán; lo que es importante es el cambio en nuestra conciencia que se empieza expandir en nuestra vida cotidiana, como resultado de la meditación.

2. Tomate unos minutos antes de comenzar tu sesión de meditación

Esto puede ayudar a minimizar las perturbaciones. Se puede meditar en cualquier lugar pero encontrar un lugar tranquilo es preferible. Si estás en casa, desconecta el teléfono, y pedile a tu familia que, por unos minutos, no interrumpa tu meditación.

 

3. Antes de la meditación de la mañana, tratá de no mirar la PC, el celular o la tablet.

Esperá un rato antes de comenzar con las actividades de tu trabajo diario. Esto ayuda a que la meditación no se llene de pensamientos relacionados al trabajo y que la mente descanse lejos del celular y la computadora.

4. Tratá de comenzar la meditación con una serie de ejercicios de Yoga de relajación

Esto te permite relajar el cuerpo mediante los estiramientos y permite sentirse más cómodo durante la meditación.

Acá te dejamos un video con la práctica súper efectiva del Saludo al Sol o Surya Namsakar

5. Realizá respiraciones profundas

Al inhalar, llevá tu atención y consciencia a las sensaciones de tu cuerpo, así como lo que está pasando con tus pensamientos y emociones. Al exhalar, mantené presente la intención de soltar los pensamientos y dejarlos ir. Lo que sea que haya surgido en tu mente, lo podés trabajar más tarde, ahora sólo concentrate en disfrutar del momento y de las sensaciones de tu cuerpo. Inhalá profundo… exhalá y soltá. Dejate ir.

6. Alinear tu cuerpo físico con tu campo energético con éste simple ejercicio:

  1. Ya sea sentado o de pie, colocá una mano sobre el chakra sexual, al nivel del ombligo, con los dedos apuntando hacia arriba, con la palma hacia el centro.
  2. Elevar la otra mano hacia el cielo, por encima de tu cabeza, nuevamente con los dedos extendidos hacia arriba y la palma hacia el centro.
  3. Realizá una respiración completa y, cuando sueltes el aire, traé tus palmas juntas en el centro del corazón.
  4. Repetir tres veces, alternando las manos si así lo deseás

7. Respiración Alterna: Ejercicio de Preparación para la Meditación

Después de un día de actividad, a menudo es beneficioso tomar un par de minutos para limpiar la mente y el cuerpo antes de comenzar con la meditación. Un poco de estiramiento, si es posible, e incluso una siesta de 10 a 15 por minuto (la siesta es una de las alegrías perdidas de la sociedad moderna) o con un ejercicio de respiración alterna.

Te compartimos el video para que puedas hacerlo con nuestra guía:

  1. Con la mano derecha, cerrar la fosa nasal derecha con el pulgar.
  2. Exhale lentamente por la fosa nasal izquierda.
  3. Inhale por la fosa nasal izquierda. Use su dedo anular derecho y el meñique para cerrar la fosa nasal izquierda.
  4. Liberar el pulgar y exhala lentamente por la fosa nasal derecha.
  5. Inhale por la fosa nasal derecha.
  6. Una vez más, coloque su pulgar hacia atrás sobre la fosa nasal derecha, levante el dedo anular y el meñique, y continuar con la respiración natural de antes. Se trata de un flujo sin esfuerzo, continuá con la respiración sin pausas controladas, permitiendo que el aire fluya a su propia velocidad y ritmo.

8. Comprometerse a una rutina

Aunque el proceso de la meditación debe ser sin esfuerzo, un poco de disciplina en relación con la práctica puede ser útil. Antes de iniciar la sesión, fijate el tiempo que tenés intención de dedicar a la meditación y tratá de comprometerte a meditar durante esos minutos. Es aconsejable empezar con sólo unos minutos y, a medida que vayas ganando experiencia y relajación, ir ampliando y expandiendo el tiempo de práctica de meditación.

Por Roger Gabriel (Raghavanand)

Sirve, ama, da, purifícate, medita, realízate.
(Swami Sivananda)

 

 

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