Mucha gente ha logrado curarse de enfermedades complejas al asistir a los eventos del Dr. Joe Dispenza. Hoy descubrirás testimonios reales de personas que han logrado sanarse y descubrirás cómo reprogramar tu mente para no volver a enfermar.
Entre algunas de las historias impactantes está la de una mujer con un cáncer de útero grave que logró curarse luego de participar de un retiro intensivo de meditación. La mujer había llegado sin poder caminar y salió dando pasos seguros. Otra cuenta el caso de una mujer que logró sanarse de un tumor y ya no necesitó realizarse un trasplante de hígado luego de 21 días de prácticas guiadas.
¿Será Milagro o magia?
Según el Dr Dispenza, quien guía las jornadas, estas cosas suelen ocurrir en sus retiros. Dispenza es experto en quiropráctica, especializado en neurociencias, epigenética y física cuántica. “Las personas logran transformaciones profundas cuando se convencen de que en ellos reside el poder de curarse a sí mismos.” El doctor Joe es autor de los best sellers tales “Deja de ser tú”, “Sobrenatural” y “El placebo eres tú”.
- Deja de ser tú (Crecimiento personal)
- Tapa blanda
- SPANISH
- Urano
- La portada puede variar
- Dispenza, Joe (Autor)
Historia de Joe Dispenza
En su juventud corriendo un triatlón sufrió un accidente que lesionó gravemente las vértebras de su columna, impidiendo que pudiera pararse. Según los médicos él no volvería a caminar jamás. Pero en 6 semanas Joe se recuperó, sin la necesidad siquiera de utilizar cirugía, visualizando día a día su sanación. Esta increíble experiencia cambió su vida para siempre.
A partir de ese momento, comenzó a estudiar el poder de la mente para alcanzar la transformación personal. Hoy recorre el mundo compartiendo investigaciones científicas sobre los efectos que la meditación tiene en el cerebro y en el cuerpo y enseñando el potencial ilimitado que todos tenemos al vivir en un estado de conciencia evolucionado. Joe Dispenza es un hombre genuino y generoso en su intención de ayudar a los demás a despertar su conciencia y potencial.
Para el Dr. Joe uno de los elementos clave para empezar a sanar es familiarizarse con nuestros pensamientos inconscientes. Frases como “no soy capaz”, “odio mi vida”, “esto es muy difícil”. En la siguiente entrevista podrás conocer los secretos del Dr. Joe Dispenza: -Usted dice que somos mucho más poderosos de lo que imaginamos, que nuestra mente puede crear lo que deseamos.
Entrevista a Joe Dispenza
JD: La mayoría de las personas debe tocar fondo (sufrir el quiebre de su empresa, padecer una enfermedad) para cambiar.
Pero no debería ser así. Podemos transformarnos desde el gozo y la inspiración. Las personas permanecen demasiado tiempo en un estado de carencia y separación de lo que desean (una pareja estable, una vida más plena).
Lo buscan a partir de lo que les falta. Creen por ejemplo que, cuando logren ganar más dinero, podrán finalmente disfrutar de unas vacaciones. Se sacrifican trabajando horas extras para forzar resultados. Viven en un estado de infelicidad esperando que algo de afuera se modifique.
Nuestro modelo es a la inversa, les sugerimos: primero cambiá vos y luego lograrás transformar tu vida.
Esto es lo que explica en el libro “Deja de ser tu”.
JD: Exacto. Si querés cambiar tu realidad tenés que modificar tu personalidad que está compuesta de tus pensamientos, acciones y emociones y es la que crea tu realidad personal. Así que si quieres que tu vida cambie, vas a tener que dejar de ser el mismo de siempre, de pensar de acuerdo a todo lo que ya conocés.
La primera parte de este proceso consiste en familiarizarte con esos pensamientos inconscientes que te dicen cosas como “no soy capaz”, “odio mi vida”, “esto es muy difícil”, “nunca voy a encontrar a la persona correcta”, “es culpa de mis padres”.
Tienes que conectarte íntimamente con estos pensamientos de manera que ya no te pasen inadvertidos. Y hacerte consciente de tus acciones, comportamientos y hábitos que son inconscientes, como por ejemplo quejarse, echar la culpa, perder el tiempo, juzgar a otros. Por último, hacer consciente tus viejos estados emocionales como la frustración, la tristeza, el enojo o el miedo.

Muchas personas nunca se toman el tiempo de observar cómo se sienten, porque creen que no tienen control sobre sus emociones. Pero si empiezan a tomar conciencia de cómo se sienten cada día, comenzarán el proceso de cambio. -¿Cómo sería? JD: Luego de familiarizarte con la persona que has estado siendo inconscientemente, es el momento de decidir quién es la persona que querés ser.
Con este objetivo, es importante recordar qué pensamientos deseás recordar, como por ejemplo “creo en mí mismo”, “mi vida puede cambiar” “soy un ganador”. También es esencial practicar en tu mente cómo te gustaría actuar y llevar a cabo esos cambios en tu vida. Y por último, decidir qué emociones quieres sentir y practicar sentirlas todos los días. Si ensayas estos nuevos hábitos cada día, te convertirás en esa nueva persona y tu vida cambiará.
¿Cómo podemos pasar de ser víctimas a ser creadores, y que las circunstancias externas no determinen nuestro estado interno?
JD: En esta realidad tridimensional, donde hay separación y donde todo es predecible, fuimos programados a pensar que seremos felices sólo cuando suceda algo nuevo, cuando encontremos una nueva relación, cuando consigamos dinero. Esto significa que seremos infelices la mayor parte del tiempo, o hasta que ese evento suceda.
Nosotros procuramos es que la gente entienda que si el entorno, las personas o las circunstancias en su vida controlan la forma en que sienten y piensan seguirán siendo víctimas. Lo eres cuando sientes que no tienes el poder sobre lo que está sucediendo en tu vida.
Intentamos enseñarles a que sean creadores de su vida.
-¿Cómo ejercitarlo?
JD: Para cambiar, tenés que ser más grande que tu entorno, y ser capaz de autoregularte, responder de manera diferente, y practicar cómo quieres ser. Eso es evolucionar. Y cuando finalmente comienzas a cambiar la forma en que pensás, en que te comportas y en que te sientes, empezarás a ver evidencias de que tu vida está cambiando. Es un experimento inigualable. Si quieres sanar tu cuerpo, tenés que ir más allá de tu cuerpo. Si quieres cambiar algo en tu vida, tienes que ir más allá de los problemas en tu vida.

Y si quieres crear algo nuevo en tu futuro, tienes que parar de predecir el futuro. Hay que practicarlo una y otra vez. Joe ha atravesado noches oscuras del alma donde tuvo que tomar decisiones difíciles y hasta pensó que sus ideas no funcionaban.
¿Cómo se puede entrenar el cuerpo para sentirnos de manera diferente y liberarnos del estrés?
JD: Esta es la parte más difícil: enseñarle al cuerpo, emocionalmente, a sentirse en el futuro antes de que suceda.
Tu cuerpo no sabe la diferencia entre una emoción causada por una experiencia en la vida real y una emoción que estás creando solamente con un pensamiento, de modo que cuando realmente consigues cultivar la emoción antes de la experiencia, el cuerpo empieza a creer que está viviendo en una realidad futura.
Solamente necesitas un pensamiento y un sentimiento, una imagen y una emoción, un estímulo y una reacción, para empezar a condicionar tu cuerpo a la emoción del futuro.
Realmente puedes aprender a cambiar el resentimiento, la frustración o impaciencia, por gratitud, amabilidad, o compasión.
-¿Por qué cuesta tanto cambiar?
JD: Cuando vives en modo supervivencia, en estado de estrés, sientes que no puedes predecir un resultado, y tu percepción es que las cosas en tu vida sólo van de mal en peor. Cuando enciendes ese sistema de emergencia, llevas tu atención de una persona a otra persona, u otro problema, u otra cosa. Y cada uno de esos elementos tiene una conexión neuronal en el cerebro.
La activación de esas hormonas del estrés, hacen que el cerebro se encienda de una manera desordenada, y al estar incoherente, tu también estás incoherente. Cuando el cerebro no está funcionando bien, tu tampoco funcionas bien.
En nuestro trabajo, hemos descubierto que podemos enseñarles a las personas a entrar en verdadera coherencia, con un cerebro más integrado y en sincronía; y en este estado, elegir el pensamiento.
Además, cuando estás en estado de estrés y sientes emociones de impaciencia, miedo, y preocupación, el corazón late de manera incoherente. Pero cuando sientes una emoción elevada como la gratitud, la apreciación, o la alegría, éste empieza a latir de una manera ordenada, como un gran tambor.
Por eso enseñamos a las personas a sintonizar su energía con un corazón y un cerebro en armonía y coherencia. Ese es el camino hacia un nuevo orden. Antes de continuar con esta increíble entrevista, te regalamos – aquí arriba en las tarjetas – un ejercicio muy sencillo para traer armonía y coherencia entre tu mente y tu corazón, desarrollado por el centro HeartMath, especializado en descubrir el poder oculto y la inteligencia del corazón.
-¿Qué papel juega la meditación en esto?
JD: La meditación es clave. Es la manera de desconectarse de toda la estimulación tóxica de tu medioambiente (personas, lugares, urgencias). Clausurar ese mundo, no quedarse fijado en el pasado o futuro previsible, ir más allá y enseñarle a tu cuerpo, tu entorno (estresante), tu mente limitada, a permanecer en el aquí y ahora desconocidos.
Tenemos que lograr ser tan buenos meditando con los ojos cerrados para luego, en la vida, practicarlo con los ojos abiertos.
¿Ha observado casos de sanación física a través de la meditación?
JD: En los retiros que realizamos, vemos resultados increíbles.
Hace pocos meses, una mujer subió al escenario y ante 600 personas contó cómo se curó de un cáncer de útero grave al meditar y darse cuenta que ella podía curarse a sí misma.
Había probado de todo: quimioterapia, dietas, nuevas drogas. Cuando llegó al retiro no podía caminar. Su despertar consistió en entender que no debía poner el foco en sanarse sino en cambiar su personalidad, en transformarse ella misma para vivir en orden y generar salud.
Comenzó a estar atenta a sus pensamientos y sus estados emocionales. Terminó la semana energizada pudiendo dar pasos firmes. Meses más tarde visitó a su médico quien le ordenó un estudio que confirmó que no había evidencia de cáncer en su útero. ¿Pasó por días difíciles? Sí.
Tuvo momentos en los cuales volvió el miedo, las dudas, días en que ya no tenía más ganas de meditar. Pero persistió. Estas historias de transformación personal generan tanta inspiración, que la gente sale convencida de que la sanación es posible, que depende de uno.
No sólo de la quimioterapia.
La ciencia ayuda a desmitificar el proceso de transformación, dice usted.
Qué evidencias científicas existen?
JD: Con mi equipo hemos realizado miles de escáneres cerebrales, y mediciones de la variabilidad del ritmo cardíaco que avalan los efectos positivos que la meditación y las emociones elevadas sostenidas tienen en el funcionamiento del cuerpo, el cerebro y el sistema inmune.
Hemos extraído el plasma de la sangre de meditadores avanzados y lo hemos puesto en las células cancerígenas de personas enfermas y observamos que esas células pierden el 70 % de su energía. Ya no se reproducen con tanta rapidez. Para emprender este nuevo camino las personas tienen que aprender a sintonizar su energía con un corazón y un cerebro en armonía y coherencia.

¿Qué le dirías a personas escépticas que creen que estos testimonios pueden generar falsas expectativas ya que conocen a enfermos terminales que han meditado con constancia y que de todos modos han fallecido?
JD: No sé cómo meditan estas personas.
Lo que sí sé es que, si ellas no saben o no creen que pueden curarse a sí mismas al cambiar su personalidad, entonces no lo lograrán. Hace poco una médica con cáncer contó en otro de nuestros eventos que meditaba a diario pero que seguía sin poder modificar su manera de ser, sentir o pensar.
Cuando se dio cuenta de que podía desprenderse de su viejo ser, se convirtió en una mujer diferente. Obviamente no todos pueden hacerlo. No abandonó la quimioterapia, pero entendió que, a través de la meditación, al cambiar su personalidad, podía modificar su cuerpo.
Pues el cerebro y corazón funcionando ordenadamente, hacen que tu sistema inmune responda mejor. Solo lleva práctica y convencimiento.
Cuando usted dice que no hay que enfocarse en el pasado y los traumas o heridas de la niñez, ¿no los estamos negando?
JD: No propongo reprimir esos sentimientos intensos producto de las heridas del pasado.
Los traumas (abusos por ejemplo) existen y hacen que el cerebro quede frizado en ese instante de dolor y altere el cuerpo. Si esas emociones difíciles aparecen en una meditación les decimos a las personas que no se resistan, que dialoguen con ellas, que reciban la angustia en su cuerpo y permanezcan un rato con ella. Pero intentamos enseñarles a que vayan más allá del pasado.
¿Cómo? No dejando que el dolor los tome por completo, no dándole la típica atención que le han dado. La pregunta que les hago es: ¿cuánto tiempo seguirás sintiendo esa emoción?
Porque si eres adicto a ella, tu cuerpo que es tan objetivo y no distingue entre las experiencias reales del afuera que están creando la emoción y la que vos estás creando por sólo pensar en ella frecuentemente, se convencerá de que estás viviendo ese trauma 24/7, es decir, todos los días, todo el tiempo.
-Sus convicciones son esperanzadoras, pero ¿qué podría decirles a los jóvenes de hoy en día que no ven un futuro muy prometedor?
JD: Les diría que construyan una comunidad vigorosa, que se junten con personas sabias con quienes puedan compartir estados de conciencia elevados y valores cruciales. Que se apoyen y se empoderen mutuamente.
Que crean que es posible generar una gran idea, desarrollarla y vivir bien. Nosotros tenemos una comunidad inmensa de chicos sub-25 que viven de este modo y que han podido pasar de ser víctimas a creadores.
A raíz de la pandemia en EE.UU. hemos visto miles de personas que han caído en la bancarrota, pero que salieron del victimismo (hay tantas excusas para seguir quejándonos de nuestras circunstancias). Emprendieron un viaje de transformación, pusieron en práctica ideas creativas y hoy son exitosos en todo sentido.
-¿Cuál fue su propio camino de transformación? ¿Qué hace cuando se siente irritado o de mal humor?
JD: Yo aún sigo cambiando mi mente. Tengo muchos días así, he atravesado noches oscuras del alma donde tuve que tomar decisiones difíciles.
Hubo momentos en los que pensé que mis ideas no funcionaban y otros en los que sí. Tuve la oportunidad de comprobar cómo tantas personas logran transformarse en su mejor versión y quise saber qué habían hecho. Eso me puso en camino. Había algo en sus mentes que me atraía.
Hago lo mejor que puedo. Intento poner en práctica lo que enseño y trabajo duro para ello. Soy un hombre muy activo, pero procuro encontrar un equilibrio para vivir de manera plena con salud y alegría.